dilluns, 30 de gener del 2017

Septem III

Vivo en el municipio de Valentia, en una pequeña aunque acogedora casa cerca del mar. El mar es inmenso, se rumorea que casi tanto como el océano, aunque ahora que está empezando a hacer frío mis padres no me dejan acercarme mas que a la orilla, donde me gusta dibujar en la arena. Adoro sentir el viento golpeando mi cara y agitando mi pelo. Es una sensación increíble. Las calles están llenas de tierra, pero a medida que nos adentramos más en el centro del pueblo descubrimos un suelo pedregoso. Mi parte favorita de la aldea es una cueva que hay cerca del mar y que descubrí uno de los días en que mi madre me mandó a buscar a Domitius ya que estaba algo preocupada. Claro que eso fue unas de las primeras veces en las que comenzó a desaparecer. Ahora es algo completamente habitual para nosotros. La cueva tiene una entrada secreta que te conduce directamente al centro del pueblo.  No tengo pensado casarme, es más espero no hacerlo nunca. No es por nada en especial, simplemente odio las ataduras, me gusta sentirme libre y poder hacer mil y una cosas cuando yo quiera sin tener que preocuparme de si a mi pareja le parecerá bien o no. No creo estar hecha para ningún hombre. Aunque bueno, qué sabré yo si tan solo soy una muchacha de diecisiete años sin los conocimientos necesarios para entender la sociedad de hoy en día.


 Herennia ❤



dimarts, 17 de gener del 2017

Septem I


Mi nombre es Herennia Laudata, hija de Herennia Rústica y Herennius Abascantus. Nací una calurosa tarde de verano, aunque bueno, eso a nadie le importa. Cinco años después de que naciera yo, mi madre volvió a quedarse embarazada. De gemelos. Sin embargo solo uno de ellos sobrevivió al parto. Ese fue Domitius, mi hermano pequeño. Mi madre es una mujer muy trabajadora que daría lo que fuera por su familia, es decir, por papá, por Domitius y por mi. Mi padre trabaja para un patricio bien adinerado llamado Lucius, quien es padre de una de mis mejores amigas: Grattia. Yo dedico mi tiempo a ayudar a mamá en casa durante gran parte de día y, por las noches a escribir pequeños relatos de mi imaginación. Escribir es algo que me apasiona, pero que debo ocultar puesto que no está muy bien visto que una mujer escriba. ¿Que cómo sé escribir entonces, si nadie me ha enseñado? Todo ello es gracias al hermano de mi madre, Aelius, que desde que era pequeña me enseñó todo lo que sé. Lamentablemente nos dejó dos primaveras atrás por culpa de una extraña enfermedad contra la que llevaba luchando durante varios meses. Sin embargo, Domitius es todo lo contrario a nosotros. Al ser el pequeño mamá y papá lo consintieron más de la cuenta y acabó volviéndose demasiado caprichoso e impertinente. Cosa que detesto de él. Dedica su tiempo a hacer lo que le da la gana siempre que quiere y a molestar a los vecinos cada tarde. Es bastante conocido por todo el pueblo por sus incansables bromas. Y tanto es así que todos en el pueblo me conocen como “la hermana de Domitius” y muchos ni siquiera conocen mi verdadero nombre.
  

Herennia ❤